Vamos a exponer tres ensayos para formulación de morteros de cal. Son tres herramientas sencillas que nos asegurarán un buen resultado.
En principio estos ensayos se utilizarán para cualquier mortero de enfoscado y acabados sencillos. Para morteros de estuco y revestimientos mas complejos o con condicionantes mas exigentes, habrá que contemplar matices en su formulación, que no vamos a mencionar para no hacer demasiado densa esta entrada.
Antes de aplicar las herramientas que vamos a mencionar, será necesario que seleccionemos la arena a utilizar en nuestro mortero, la cual deberá tener una curva granulométrica adecuada (recordemos que el diámetro máximo del árido deberá ser entre 60 y 70% del grosor del revestimiento)
En cualquier caso, la aplicación de estos ensayos deberá de ser complementaria a la ejecución de muestras y ensayos de mortero para asegurar su correcta formulación.
ÍNDICE DE VACÍO
El índice de vacío nos muestra la proporción de agua y de ligante óptima. La cantidad de ligante a utilizar para asegurarnos un buen resultado en muestro mortero, será aquel que rellene el espacio intersticial existente entre los elementos o partículas del árido.
El cálculo del vacio existente entre las partículas del árido lo realizaremos con agua, para luego aplicarlo al nuestro ligante. En el caso de que sea pasta de cal o cal en pasta, tendrémos que tener en cuenta la proporción de agua que incluye el ligante.
Estos serían lo pasos a seguir:
1. Coger dos recipientes con medida de volumen. Uno de los recipientes lo llenaremos con árido, y el otro con agua. Utilizaremos el mismo volumen de material en ambos. (volumen A). El árido deberá estar seco.
En caso de no tener recipientes de medida, podremos utilizar dos recipientes iguales, preferiblemente alargados, y sustituir las medidas de volumen por altura (tendremos que tener una regla o metro).
2. Verteremos parte del agua de uno de los recipientes sobre el árido, hasta que se saturen de agua todos los huecos. El agua llegará justo a la superficie del volumen del árido. Esperaremos hasta que estemos seguros de que todo el árido esté saturado de agua. Volveremos a añadir agua si fuera necesario.
3. Una vez que esté totalmente saturado el árido y los huecos existentes, procederemos a medir el volumen de agua utilizado, (volumen C) y el volumen del árido mojado, ya que habrá descendido algo al compactarse por el agua añadida (volumen B)
4. Para obtener la proporción de árido/ligante, aplicaremos los datos obtenidos en la siguiente ecuación y reduciremos.
EQUIVALENTE ARENA
Este ensayo nos indicará la proporción entre arena y finos (limos y arcillas) de nuestro árido. Es útil para evitar que nuestro mortero fisure por exceso de finos, o conocer si podemos añadir finos para mejorar su trabajabilidad.
- En un recipiente alargado, depositamos árido, una cantidad suficiente para hacer la prueba de madera cómoda y obtener las medidas necesarias, puede ser entre 1/3 y 1/2 del volumen del recipiente.
Añadimos agua, hasta que sobrepase unos cuantos centímetros el árido, y nos permita un buen agitado posterior.
Cerramos el recipiente y agitamos energéticamente. - Dejamos reposar unos 15 minutos. Medimos la altura del volumen del árido hasta las arcillas que se habrán depositado después de dejar reposar la mezcla (medida H2), y medimos la altura de la arena que se habrá precipitado previamente debido a su mayor peso (medida H1). Una vez que tenemos ambas medidas, aplicaremos la siguiente ecuación y compararemos el porcentaje obtenido con el indicado en el siguiente gráfico
ESPONJAMIENTO ARENA
Hacer mortero con un árido húmedo puede ocasionarnos problemas en la formulación y posibles patologías. Con este ensayo podremos equilibrar nuestra proporción de árido/ligante en caso de que nuestro árido se moje debido a las lluvias, o se suministre ya mojado.
- Cogemos un recipiente alargado, que llenaremos del árido húmedo, tal y como lo tenemos en obra. Evitaremos compactarlo en exceso. Una vez lleno, mediremos su altura.
- Procederemos a verter agua en el recipiente hasta que el árido se sature de agua y la altura del volumen de árido descienda debido a su apelmazamiento.
- Medimos la nueva altura del árido. Los resultados los aplicamos en la siguiente ecuación:
La proporción de árido deberá ser multiplicada por el coeficiente de esponjamiento para conocer la cantidad de arena que debemos utilizar en nuestra mezcla, a la misma vez que reducimos la cantidad de agua a aportar, ya que esta la aporta el árido húmedo.