El pasado mes de Abril se llevaba a cabo las jornadas “Las arquitecturas pintadas en Málaga, ayer y hoy: Arte, Patrimonio y Turismo” donde se pretendía hacer un repaso sobre el pasado y la actualidad del interesante patrimonio malagueño de las pinturas murales y arquitecturas fingidas.
Los coordinadores fueron los reconocidos profesores de historia de arte de la Universidad de Málaga, Eduardo Asenjo Rubio y Rosario Camacho Martínez, quienes tuvieron la inmensa amabilidad de invitarme a participar con una comunicación.
Mi intervención tenía como título “El buen uso de la cal en la recuperación de fachadas con pinturas murales” y el objetivo no era más que poner el foco en este menospreciado material.
Programa de las jornadas organizadas por la UMA |
En la recuperación de las arquitecturas pintadas, me atrevería a decir que el material por excelencia es la cal, ya que juega un importante papel en la conformación del revestimiento, soporte de la pintura. Sin embargo, a pesar de la gran importancia que tiene este material, no se le presta la atención que merece. La realidad que nos encontramos es que es un material relegado a segundo plano, el desconocimiento es apabullante, y pocos hacen el esfuerzo por saber mejor lo que tienen entre manos. La falta de conocimientos esta presente tanto en los técnicos que intervienen, los cuales no se preocupan por conocer el material con el que trabajan en su proyecto, ni por alcanzar una calidad coherente con el nivel del elemento intervenido; en las empresas constructoras y restauradoras, que miran antes por el beneficio que por la calidad; y en los restauradores y albañiles, que arrastran vicios del cemento y su propio orgullo les impide reciclarse y aprender para ejecutar un trabajo profesional. Por lo tanto estamos ante un complicado círculo vicioso, que solo se puede romper con la implicación de aquellas personas concienciadas.
El libro ha sido editado por el OMAU en breve deberá estar descargable desde el sitio web |
Todo profesional que se precie a intervenir el patrimonio de las pinturas murales, debe tener un conocimiento amplio en este tipo de material, y no digamos los aplicadores, ya sean albañiles o restauradores. Cualquier restaurador que realice este tipo de intervención debería saber ejecutar perfectamente un estuco de cal, pero esto no se cumple en la realidad. La tradición en el manejo de la cal se ha perdido, y ahora mismo los revestimientos se ejecutan con multitud de deficiencias, tanto en la elección del material, como en la puesta en obra, lo que después origina múltiples patologías, como son grietas, desprendimientos, descuelgues, y por supuesto, las temidas sales. Cuando esto pasa, lo cómodo es echarle la culpa al material, “…eso es por la cal, que es así…” pero realmente la culpa es de todo el que tiene desinterés en hacer las cosas bien.
Los métodos para saber si es una cal de buena calidad son sencillos y puede realizarlos cualquier técnico en obra |
Para aprender que es eso de la cal…
Para solucionar este panorama tenemos herramientas como son los distintos cursos que se realizan por la geografía española que vienen a suplir el déficit existente de conocimientos en torno a la cal.
Bajo mi opinión, es imprescindible el curso-taller que va a realizar el IAPH del 1/10/2014 al 3/10/2014, sobre “El estuco tradicional en el ámbito del patrimonio”. Se contará con la presencia del maestro de la cal, Laurent Coquemont. Todo un lujo recomendable para técnicos tanto como para albañiles. La preinscripción se realizará hasta el 14/09/2014.
El maestro Laurent Coquemont, explicando de forma practica algunas bases sobre la aplicación de la cal. |
Otros cursos muy interesantes y donde se adquieren grandes conocimientos en torno a la cal son los organizados por Homo Faber.
El Centro Albayzín también suele ofertar cursos muy completos sobre el uso de la cal, pero más orientados hacia personas que se quieran especializar en el oficio.
A parte de estos, siempre hay cursos y talleres salpicados donde se puede aprender bastante sobre la cal.
Málaga, ¿conservación o destrucción?
Siguiendo con las jornadas, únicamente destacar la intervención de la profesora Patrizia Falzone, que nos dio una lección en conservación. El atraso de Málaga respecto a Genova es notable, y hasta que no se le ponga coto a esa “renovación urbanística” de la que se hablaba, no podremos aspirar a un centro histórico conservado como es debido.
Patrizia Falzone en un momento de su intervención |
Aunque no se dispuso de tiempo para realizar debate, de forma espontanea si que se inició un conato de debate sobre la necesidad de conservar únicamente las pinturas, ya fuera descontextualizándolas con la recolocación en otro lugar; o la conservación del edificio íntegro junto las pinturas, como un todo, tal y como indicaba con ímpetu el profesor y arquitecto José María Romero, ya que de otra manera, se estaría incumpliendo la normativa y legislación en cuanto a conservación de patrimonio y Bienes de Interes Cultural.
No hace falta decir que personalmente estoy a favor de la conservación del edificio completo, no solo por ser consecuente con la legislación vigente, si no porque es el único camino para dotar de sentido a un centro histórico.
Como se hablaba en Torre Vigía, todavía son numerosos los casos de edificios que aún teniendo pinturas murales, son demolidos, o las pinturas arrancadas para que pasen a un limbo temporal mientras alguien decide donde se van a volver a recolocar.
Dejo ENLACE para la consulta del texto, con el que pretendo llamar la atención sobre este tema y ofrecer a aquel interesado una toma de contacto con este interesante material que le haga crecer profesionalmente.
(A fecha de publicación de la entrada, el OMAU todavía no ha publicado el libro editado con las intervenciones llevadas a cabo en las jornadas, con lo que únicamente puedo dejar el enlace de mi intervención.)
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Fe de Erratas referente a mi comunicación en el libro editado por el OMAU “Las arquitecturas pintadas en Málaga, ayer y hoy: Arte, Patrimonio y Turismo”:
– Página 196: Preciosos por precisos
– Página 198: Pasta de cal por cal en pasta